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La inútil función de las Fuerzas Armadas en una pandemia

Militares completamente armados. Ese es el panorama que se puede observar al frecuentar el centro de la ciudad de Quintero. En los accesos al supermercado, en la puerta de la Municipalidad. En una esquina un saldado.

Acepto, que esta es de las pandemias más potentes que nos ha afectado como País (después de la fiebre española en la década del 20).

Acepto, que la prioridad política hoy debe ser: proteger a toda la población de este potente virus.

Acepto, las indicaciones del Ministerio de Salud y también, puedo aceptar el comportamiento social de la masa, que percibe una alta probabilidad de perder la vida producto del COVID-19.

Pero es imposible aceptar la presencia de militares en las calles del Chile. ¿Cuál es la relación entre una pandemia y militares armados en algunos puntos del territorio? ¿Qué tiene que ver un toque de queda (de 22:00 a 05:00 horas), con el Corona Virus?

Basta mirar a Latinoamérica (y así como en Argentina y Venezuela, hay decenas de otros valiosos ejemplos), para darse cuenta que los funcionarios y las funcionarias de las fuerzas armadas realmente patriotas, en un contexto como el actual, deben producir en favor de la población, ser un canal facilitador para las personas y no ser meras decoraciones que, con su alto poder de fuego, sólo busca (y sólo sabe) intimidar a la población mediante actitudes represivas que ejecutan durante sus “rondas”.

“Llegué junto a mi pequeña hija de 4 años, en brazos, hasta la Unidad de Emergencia del Hospital de Quintero, y en el acceso principal al centro hospitalario, un joven militar, sin mascarilla ni guantes, se me acerca y me dice: “¿para dónde va?”. Ante lo absurdo de la pregunta y debido a que mi hija se encontraba enferma, continúo mi camino hasta la ventanilla de admisión… Nunca supe, para qué estaba ese soldado en la puerta del Hospital.”

El anterior es el relato de un joven padre de la comuna de Quintero, que debió acudir con su hija enferma de “otitis”, hasta la Unidad e Emergencia del Hospital Adriana Cousiño de la comuna de Quintero.

Como este relato, hay cientos de historias, de personas comunes y corrientes, que en su diario vivir han debido interactuar con personal militar fuertemente armado, que, sin capacidades de diálogo ni formación en habilidades sociales, sólo se transforman en obstáculos para la población.

Entonces la pregunta que nace es: ¿para qué sirven los militares en la calle? ¿para qué sirve el toque de queda? Porqué, las funcionarias y los funcionarios de las Fuerzas Armadas no están desinfectando las calles en los enormes y costosos vehículos que guardan en sus cuarteles militares. Porqué no están produciendo mascarillas para distribuir de manera gratuita entre la población.

¿Por qué los militares no están distribuyendo alimentos (con cargo al presupuesto militar) entra la población más necesitada?

Por lo pronto, queda claro que las Fuerzas Armadas de Chile, sólo sirven para reprimir e intimidar a la población; y que cuando se trata de ser un aporte y una contribución a la gran masa popular, sólo son unos completos inútiles.

Luis Cisternas Olivares

Coordinador, Comité de DD.HH. Carlos Godoy Echegoyen

Secretario Ejecutivo, Movimiento Acción Popular (MAP)

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