“Carabineros ha tenido problemas graves de los que ha logrado ir saliendo de a poco, pero yo creo que nunca se han juntado dos de esta magnitud“, dijo el uniformado, añadiendo que “esto nos pegó donde más nos duele, que es el tema de la honradez, el tema de que seamos los autores del mayor desfalco en la historia no es una cosa que para nosotros pase desapercibida. Nos duele, pero realmente el alma“.
Luego de la renuncia Bruno Villalobos, quien asumió el cargo de general director de Carabineros, de manera subrogante, fue Julio Pineda, quien admitió que la institución ha cometido errores graves.
“Carabineros ha tenido problemas graves de los que ha logrado ir saliendo de a poco, pero yo creo que nunca se han juntado dos de esta magnitud“, dijo el uniformado, añadiendo que “esto nos pegó donde más nos duele, que es el tema de la honradez, el tema de que seamos los autores del mayor desfalco en la historia no es una cosa que para nosotros pase desapercibida. Nos duele, pero realmente el alma“.
En entrevista con El Mercurio habló acerca de lo ocurrido en la Operación Huracán y, al igual que Villalobos, sostuvo que “la Inteligencia se maneja de forma muy hermética. El ámbito de Inteligencia depende exclusivamente del director de Inteligencia, y él, yo tengo entendido, le ha dado algunos antecedentes al mando, pero no detalles”.
“En esa situación, los demás que trabajamos alrededor no tenemos conocimiento, porque, justamente, se maneja en un ámbito absolutamente reservado y solamente tienen conocimiento de ello los que trabajan en Inteligencia”, dijo, recalcando que “aquí hubo errores de prolijidad, errores en la custodia de evidencia, que llevaron finalmente a que sucediera lo que ocurrió: que hay una discrepancia de tal magnitud con la fiscalía”.
Consultado por el software “Antorcha”, confesó que “no hemos podido comprobar” si es que realmente funciona. “Tanto el programa ‘Tubicación’ como el programa (Antorcha)… Todavía no han podido demostrar que resultan”.
“No hemos podido comprobar la efectividad de los sistemas informáticos que se ocuparon. (…) Todo lo que trabajaba el Labocar ya está incautado, desafortunadamente la diligencia que llevábamos bastante adelantada con el FBI quedó inconclusa. (…) Una vez que se desvinculó (a Smith) se negó a entregar los códigos fuentes de sus software”, dijo.