La Municipalidad de Quintero reportó que se han presentado niveles altos de dióxido de azufre (SO2) desde las 07:00 horas de hoy jueves en la comuna y atribuyó la situación al viento de baja intensidad desde el cuadrante sur-este de la zona.
El sistema de vigilancia ambiental del complejo industrial Ventanas registró «promedios horarios de 900 (7 AM) y mayores de 600 ug/N m3 (9 AM)«, según el comunicado oficial.
Por lo tanto, el municipio sugirió «a la población evitar la actividad física al menos hasta el mediodía», cuando se esperaba que la emisión de un nuevo informe.
Según Aquiles Mella, director del Colegio Alonso de Quintero, algunos alumnos han presentado dolor de cabeza y picazón en los ojos, pero nada tan grave como lo ocurrido en 2018.
«No es como el episodio que ocurrió el año pasado, en que había mucho vómito. Los síntomas que hay ahora -no de todos los niños, de algunos- en especial es el dolor de cabeza. Se siente igual en ciertos momentos un olor bastante pesado», agregó.
Mella añadió que en su establecimiento «los niños no han salido a recreo, y nos coordinamos con otros colegios en la misma situación».
La Seremi del Medio Ambiente y la Intendencia también están preparando sus propios reportes ante el episodio.
¿Qué es el dióxido de azufre?:
El Dióxido de azufre es un gas incoloro, irritante, con un olor penetrante que se comienza a percibir con 0,3 a 1,4 ppm y es perfectamente distinguible a partir de 3 ppm -partes por millón-. Su densidad es el doble que la del aire. No es un gas inflamable, ni explosivo y tiene mucha estabilidad, es muy soluble en agua y en contacto con ella se convierte en ácido sulfúrico. Consiste en un átomo de azufre y dos de oxígeno.
Durante su proceso de oxidación en la atmósfera, este gas forma sulfatos. Estos sulfatos forman parte del material particulado PM10. En presencia de humedad el dióxido de azufre forma ácidos en forma de aerosoles y se produce una parte importante del material particulado secundario o fino (PM2.5). El SO2 es el responsable de la lluvia ácida.
Tanto la exposición a sulfatos como a los ácidos derivados del SO2, comportan graves riesgos para la salud ya que éstos pasan directamente al sistema circulatorio humano a través de las vías respiratorias.
¿Cómo se produce?:
La principal fuente de emisión de dióxido de azufre a la atmósfera es la combustión de productos petrolíferos y la quema de carbón en centrales eléctricas y calefacciones centrales. Existen también algunas fuentes naturales, como es el caso de los volcanes.
El SO2 también se emplea en la industria del papel como agente blanqueador.
¿Qué efectos tiene en la salud?:
La contaminación del aire por SO2 causa los siguientes efectos:
- Dificultad para respirar.
- Inflamación de las vías respiratorias.
- Irritación ocular por formación de ácido sulfuroso sobre las mucosas húmedas.
- Alteraciones psíquicas.
- Edema pulmonar.
- Paro cardíaco.
- Colapso circulatorio.
- Queratitis.
El dióxido de azufre (SO2) también se ha asociado a problemas de asma y bronquitis crónica, aumentando la morbilidad y mortalidad en personas mayores y niños. Los asmáticos y las personas con enfermedades pulmonares obstructivas crónicas (EPOC) y con problemas cardíacos son los más sensibles a los efectos del SO2.
El azufre es un veneno altamente nocivo para la salud de las personas, si bien son las plantas las que menos toleran sus efectos. Por ejemplo, un nivel de 300 µg/m3 (micro gramo por metro cúbico de aire) es un valor que implica potencial riesgo para la salud humana, pero para los árboles, un valor de 200 µg/m3 ya es muy grave. En las plantas el SO2 se introduce en las mismas produciendo una necrosis foliar. Por eso la contaminación por los óxidos de azufre (SOx) están relacionados con el daño a la vegetación, deterioro de los suelos, materiales de construcción, monumentos históricos en piedra -es lo que se conoce como el mal de la piedra- y cursos de agua.