Autoridades regionales confirmaron el funcionamiento de monitoreo en las zonas saturadas especializado de emisión de contaminantes en Quintero, Concón y Puchuncaví.
«Después de 50 años, tenemos acá un ejercicio de cada una de las instituciones que son alertadas ante una situación», aseguró María de los Ángeles de la Paz, gobernadora de Valparaíso.
El plan se activa luego de registrarse un aumento en la emisión y las autoridades regionales y los alcaldes de las comunas son informados en pocos minutos. Luego se monitorea a través del programa CAT de la Onemi para evaluar el desarrollo y si es necesario declarar una alerta, preemergencia o emergencia.
Actualmente el monitoreo se canaliza en dióximo de azufre (SO2), pero existe un proyecto para rediseñar la red de monitoreo y permitir la detección de más componentes.
La seremi de Medioambiente, Victoria Gazmuri, explicó que «todos los componentes que se están midiendo tienen alguna normativa asociada con el dióxido de azufre o material particulado. El principal problema ahora es que estamos en época invernal hay malas condiciones de ventilación, sobre todo en la noche y por eso estamos atentos por alguna superación de la norma».
Visita Ministro de Salud y monitoreo de epidemiológico
«Hay un plan de vigilancia epidemiológica ambiental que dentro de unas semanas el ministro (Jaime Mañalich) va a venir a anunciar y va a plantear todas las acciones y todas las dudas al respecto. El plan de vigilancia es para la población de Concón, Quintero y Puchuncaví, un plan de acción del ministerio de Salud y corresponde a los compromisos que se hicieron el año pasado junto con el mejoramiento de todos los centros de salud con el hospital que también estaba en el plan de vigilancia», aseveró en la reunión Álvarez.
La autoridad de Salud explicó que se incluye a toda la población y en ello también se contempla a las personas que fueron afectadas el año pasado -entre agosto y septiembre- por episodios de intoxicación por Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs) en Quintero y Puchuncaví. En total, más de 1.700 personas en las dos comunas, principalmente niños y ancianos, que tuvieron síntomas de mareas, vómitos y cefalea.