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Dime que pregonas y te diré qué careces: La responsabilidad de elegir autoridades en Puchuncaví

En el corazón de la comuna de Puchuncaví, la incertidumbre se hace palpable mientras nos aproximamos a un nuevo periodo electoral. La máxima que reza «dime qué pregonas y te diré qué careces» cobra especial relevancia en este contexto, donde no solo se juega el futuro de nuestras 22 localidades, sino también el bienestar de todas y cada una de las familias que la habitan.

Los vecinos y las vecinas de Puchuncaví han sido testigos —y víctimas— de promesas vacías, de compromisos incumplidos y de una gestión que ha dejado mucho que desear. Durante años, hemos escuchado a autoridades que, con elocuencia y fervor, nos han pintado un futuro brillante, solo para dejarnos a la deriva en medio de la realidad que hemos vivido. No podemos permitirnos el lujo de volver a caer en las mismas trampas retóricas que han resultado en decepciones constantes.

Lejos de las consagraciones y los aplausos de las campañas, necesitamos concejales que no solo se limiten a aceptar lo que les presentan. Necesitamos representantes comprometidos, audaces, dispuestos a cuestionar lo establecido y a desafiar el status quo. No más ‘contralores ciudadanos’ que se autodenominan leones pero que en la práctica no son más que gatos mojados, incapaces de rugir en defensa de los intereses de sus representados. pregonas

Ser un buen concejal no es únicamente una cuestión de buenas intenciones. Se trata de tener la valentía de mirar a los ojos los problemas y abordarlos con seriedad y disposición a la acción. Hay que recordar que la ciudadanía no necesita más funcionarios que se muestren conformes con lo que les ofrecen; no queremos testigos pasivos de nuestra propia historia, deseosos de conservar el puesto a costa de la crítica constructiva.

En este sentido, es fundamental reflexionar sobre cómo elegimos a nuestros representantes. Debemos ser críticos y conscientes, y la elección de concejales debe ser una decisión informada y ponderada. No podemos quedarnos únicamente con la superficialidad de discursos elaborados; es esencial indagar, cuestionar y, sobre todo, recordar la historia reciente de nuestra comuna para no repetir errores del pasado.

La próxima elección es una oportunidad para enviar un mensaje claro: en Puchuncaví no estamos dispuestos a tolerar la ineptitud, la complicidad o la pasividad. La elección que haremos determinará no solo el rumbo de nuestra comuna, sino también el estándar ético y moral que esperamos de quienes nos representen. Es hora de poner en práctica la máxima que nos advierte sobre la diferencia entre lo que se dice y lo que verdaderamente se es. Puchuncaví merece un liderazgo audaz y genuino, que no solo pregone, sino que también actúe por el bien de todos. ¡No nos equivoquemos de nuevo!

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Termino con recordar la ley número 20742, que perfecciona el rol fiscalizador del concejo que fortalece la transparencia y probidad en las municipalidades, “»…Sin perjuicio de lo establecido en el artículo 51, se considerará que existe notable abandono de deberes cuando el alcalde o concejal transgrediere, inexcusablemente y de manera manifiesta o reiterada, las obligaciones que le imponen la Constitución y las demás normas que regulan el funcionamiento municipal; así como en aquellos casos en que una acción u omisión, que le sea imputable, cause grave detrimento al patrimonio de la municipalidad y afecte gravemente la actividad municipal destinada a dar satisfacción a las necesidades básicas de la comunidad local…» pregonas

Eduardo Veas Ogaz, ex concejal de Puchuncaví, ex candidato alcalde