Que valentía la de Greta Thunberg, pero cuanto dolor en sus palabras. Cuanto malestar provoca esta degeneración del extractivismo, la monetización de los recursos naturales, la deuda al sistema, al Planeta y su daño, la contaminación de las personas y el medioambiente, una deuda que la estamos pagando tod@s y tiene que ver con la carrera infinita del capitalismo de un imperio que desde la revolución industrial a la fecha, el imperio anglosajón, y un NO rendimiento de cuentas del actuar de una serie de organismos corporativos del carbón en adelante, que fueron haciendo hoyos a diestra y siniestra para extraer materias primas, fijar precios en Londres, transar luego otros en Nueva York, hacer guerras por el mundo, tomar recursos claves, e imprimir dólares a destajo para ir endeudar a naciones desinformadas con préstamos de un billete bañado de sangre y polución.
Inocentes fuimos confesados, era otros tiempos, no se sabía de todas las atrocidades cometidas por aquellos que Greta Thunberg espera inocentemente “no sean tan malos”.
“Dicen que nos oyen y que entienden la emergencia, pero sin importar ni lo triste o enojada que yo esté, no les creo, porque si de verdad ustedes entendieran la situación, y aun así no actuaran, la explicación sería que ustedes son unos malvados y eso yo me lo resisto a creer”. Dijo la joven sueca queriendo no perder la esperanza al hablar en el seno de la diplomacia de los contaminantes.
Mientras Greta Thunberg da su discurso especies continúan desapareciendo, los plaguicidas siguen teniendo responsabilidad clave, en enfermedades mortales que se traspasan en alimentos contaminados, cursos de agua con arsénico de una minería a cielo abierto sobre la Cordillera de los Andes, metales pesados en el agua que beben pueblos del norte de Chile, Termoeléctricas con cierres anunciados pero faltan años para ello y por mientras seguirán contaminando y matando como lo ha demostrado Quintero, la Zona Saturada de la industria extractiva demandante de energía para un modelo que contamina y saquea a los pueblos de Chile por décadas, tal vez dos centurias.
“De lo que más hablan es de dinero y de cuentos de hadas de un crecimiento económico infinito” dijo Greta. Sólo le faltó decir capitalismo y su historia del crecimiento económico infinito, pero tal vez a ella alguien le impide asociar como culpable de los males del mundo, al sistema capitalista con nombre y apellido, y debe decir crecimiento económico infinito.
No lo sabemos, pero ella sabe que este tipo de reuniones encuentra “palabras vacías” y compromisos que no son tales, que se posponen, “píldoras diplomáticas” de cita celebrada en el país que ha violado el protocolo de Kioto , que abandonó el Acuerdo de París, para poder seguir contaminando sin control por el mundo, encuentro celebrado en Nueva York a pasos de las Bolsa que después de la Primera Guerra Mundial, superaría la transa por dinero del medioambiente y sus recursos, originada años antes en Londres.
Greta Thunberg pronto dejará Estados Unidos y visitará Chile, y será tal vez en esta golpeada tierra por extractivísmo,monocultivos y termoeléctricas donde tome mayor razón para las luchas que continúan dando día a día miles de luchadores sociales y medioambientales del planeta cansados con el modelo depredador del que somos víctimas y que han dado su vida y una vida en lucha por detener la vorágine