Un grupo de vecinos y residentes de Alto Mantagua y Fundo Santa Adela ha presentado una grave denuncia contra una inmobiliaria que realiza trabajos de urbanización en el Condominio Santa Anita, etapas II y III, sin la debida autorización y en condiciones de peligro. La situación se agrava debido al uso de una máquina retroexcavadora que opera sin revisión técnica ni la documentación al día, además de la falta de medidas de seguridad adecuadas para los trabajadores.
El problema no se limita al interior del condominio, ya que la empresa ha intervenido sin permiso el único camino vecinal que da acceso a las parcelaciones del sector. Esta intervención ha generado un gran socavón que representa un riesgo considerable para los automovilistas que transitan por la vía.
Alejandra Muñoz, Presidenta de la Junta de Vecinos Santa Adela Oriente, expresó su preocupación: “En el anterior frente de mal tiempo, el trabajo irresponsable de esta inmobiliaria desvió todas las aguas lluvias del condominio hacia el camino, aislándonos durante casi tres días. Ahora, la maquinaria está causando nuevos daños y creando una enorme zanja a un costado del camino, lo que pone en peligro a quienes transitan por allí”.
La situación ha llevado a los vecinos a presentar un Recurso de Protección ante la Corte de Apelaciones de Valparaíso y a realizar denuncias a la Municipalidad de Quintero. Sin embargo, a pesar de estas acciones, la empresa continúa con los trabajos, desatendiendo las advertencias y poniendo en riesgo tanto a los residentes como a sus propios trabajadores, quienes se encuentran sin cascos ni calzado adecuado.
Además, los registros indican que la maquinaria utilizada carece de los papeles y revisiones técnicas correspondientes. “Basta de abusos contra las comunidades y los vecinos por parte de esta inmobiliaria que cree que puede hacer lo que se le antoje, sin que nadie le diga nada,” afirmó Muñoz.
Con la llegada de nuevas lluvias, los vecinos hacen un llamado urgente al municipio de Quintero, solicitando la intervención necesaria para paralizar los trabajos. La preocupación por posibles accidentes y el corte del camino se intensifica, considerando el ya deteriorado estado de la vía afectada.
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Las autoridades locales están ahora bajo presión para tomar medidas que protejan a la comunidad y garanticen la seguridad de las obras en curso.
