En la última semana, la comunidad de Horcón ha vuelto a alzar la voz en un clamor por el Turismo Sustentable, pero la situación se torna insostenible. Los residentes y comerciantes locales están cansados de vivir con el hedor a desechos que inunda las calles, un problema que persiste y que, según ellos, ha sido ignorado por la administración de Marco Morales. Alcantarillado
«¿Hasta cuándo tenemos que aguantar el olor a mierda en nuestras calles?», se pregunta un comerciante local, quien destaca que Horcón es un polo turístico que está en decadencia. El último año la administración municipal recibió más de 1000 millones de pesos en recursos frescos por concepto de Royalty Minero, pero la inversión en Horcón y sus 22 localidades ha sido mínima.
Los balnearios, que generan ingresos significativos durante la temporada estival, se ven afectados por la falta de soluciones efectivas. «Es una vergüenza recibir comentarios de nuestros clientes sobre la situación», añade criticando la falta de acción del alcalde. «¿Cree que más obras de teatro y espectáculos solucionarán los problemas?».
La feria de artesanos, emblemática de la zona, también sufre las consecuencias de un sistema de alcantarillado deficiente. «Las aguas servidas y el mal olor han sido un problema durante años, y ahora estamos viendo cómo el agua contaminada llega a la playa donde juegan niños», denuncia un residente preocupado.
Las calles Viña del Mar, especialmente la calle principal que conecta el colegio con la caleta, se ha convertido en un foco de contaminación, con excremento corriendo libremente. «Es una vergüenza», concluye Eduardo Veas Ogaz, vecino y ex concejal de la comuna, quien ha compartido fotos del fin de semana para evidenciar la realidad que la administración municipal parece ignorar.
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La comunidad de Puchuncaví y sus localidades no pueden resistir cuatro años más bajo esta administración. Es hora de que el alcalde tome medidas concretas y escuche el clamor de su gente antes de que sea demasiado tarde, manifestó Veas.
