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Nos referimos al “cristo sumergido”, una estatua de hormigón armado de 4,5 metros de altura y de 11 toneladas que a diferencia de otras obras similares extiende sus brazos hacia la superficie en una especie de bienvenida a los buzos que lo llegan a visitar.
Todo comenzó por iniciativa de Raúl Veas, buzo profesional que tras una visita y respectivo buceo en Gaeta – Italia, se conmovió ante la visión de un cristo submarino y se embarcó en el proyecto de conseguir una representación para Quintero.
Tras conseguir la venia del capitán de Puerto y de la comunidad y además gestionar el financiamiento por medio de privados se le encargó el trabajo artístico al escultor horconino Mario Calderón.
Así el 31 de Enero del 2004 fue sumergida la figura y tras la consigiente ceremonia se ha convertido en un lugar de peregrinación religiosa celebrada por los Pescadores y la comunidad en esa misma fecha cada año. Cristo Sumergido en la Bahía
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También es un punto turístico pues el atractivo de bucear hasta el lugar donde se encuentra al cristo ha incentivado las visitas a la zona; Pero lo que mayormente llama la atención es que desde hace algún tiempo se ha convertido en depósito de urnas mortuorias debido a que particulares han pedido dejar los restos de sus familiares fallecidos al costado de la estatua.
Es así que si quieres vistar y conocer éste atractivo turístico existen visitas guiadas por los pescadores de la zona y deberás bajar 15 metros para encontrarte con la esfigie, la que te recibirá con los brazos abiertos. Cristo Sumergido en la Bahía