A propósito de la obligatoria cuarentena sanitaria, muchas familias pierden el sustento diario y sometidos a tal precariedad recurren al municipio en busca de Ayudas sociales
Entonces, aparece el aprovechamiento de la circunstancia y se condiciona la solución de emergencia a un apoyo a determinadas candidaturas, llegando a extremos en los cuales el transportista asume el rol de brigadista de campaña
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El presupuesto que financia la ayuda social – especialmente las cajas de mercadería – proviene de la hacienda pública, por tanto, corresponde al aporte de todos los contribuyentes. En este sentido las autoridades, funcionarios y representantes populares deben evitar el abuso y falta de probidad de colocarle nombre propio a la ayuda social, menos aun si postulan como candidatos
Es necesario fortalecer un sistema de solidaridad social con financiamiento municipal o estatal sobre todo en tiempos de pandemia que sea libre de contaminación o colusión política sustentada en una valorización ética concordante con los principios de probidad y transparencia.
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Categóricamente debe quedar prohibida la intervención electoral ejecutada por autoridades y funcionarios incumbentes en el proceso electoral y de no cumplirse más allá de las sanciones legales, el elector está llamado a rechazar estas malas prácticas no otorgando su voto a los candidatos implicados en las conductas que destruyen la convivencia democrática
En conclusión es insoportable y vergonzosa la politización de las ayudas sociales, por lo mismo, es un abuso moral distribuir cajas de mercaderías u otros beneficios colocando etiquetas de candidatos, incurrir en actos de esta naturaleza constituye violación a la conciencia de las personas, además de una interferencia al libre ejercicio de los derechos ciudadanos; al margen que podía tipificarse el delito de cohecho
Es imperioso transparentar el sistema de ayuda social en tiempos de Pandemia
Benjamín Valdés Carreño
