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El Velero Andalucía y el sueño austral de Salvador Reyes

A lo largo de la historia, la navegación a vela ha sido una forma de propulsión clave que permitía una mayor movilidad que los viajes realizados por tierra, ya fuera para la exploración, el comercio, el transporte, la pesca, la piratería o la guerra; utilizando el medio marítimo, fluvial o lacustre. Los egipcios fueron los primeros constructores de embarcaciones a vela. Hace al menos unos 11.000 años atrás las fabricaban para navegar por el río Nilo. Usando la fuerza del viento, como también a remó. Velero Andalucía

El viento, sistema propulsor

La fuerza total producida por la acción del viento sobre la vela, es oblicua respecto de la dirección de la embarcación y la descomposición de esa fuerza determina que la fuerza mayor es perpendicular a la dirección del barco. Esa fuerza es compensada por la acción de la quilla, del quillote o de la orza, y del timón que reducen (aunque no eliminan) la tendencia a navegar de costado hacia sotavento (costado de la embarcación opuesto a la parte de donde viene el viento) y limitan la inclinación del velero (denominada escora). Entonces, la vela como parte del aparejo de la nave tiene la función de recibir la fuerza cinética del viento para transmitirla a los mástiles y generar la propulsión necesaria que permita al velero navegar. Las velas nacieron en Egipto, pero fueron mejoradas por griegos y romanos.

Tipos de veleros

Existen de uno a cinco mástiles, de distintas esloras y capacidades de bodega, según para el uso diseñado. Hoy los grandes veleros son usados para la instrucción de marinos como el Buque Escuela Esmeralda, Sebastián Elcano, Cisne Blanco, Guayas etc. En la actualidad en su mayoría son de carácter deportivos y turísticos.

Época de Oro de los veleros

En Europa y América, la edad de oro de la navegación fue en el período del 1780 hasta mediados del 1900, en el que la eficiencia de los usos comerciales de las embarcaciones a vela alcanzó su tope (Clippers, grandes veleros), dada la rivalidad productiva y de los mercados, esta nace por la necesidad de llevar las cargas más rápidas y a mayores cantidades, lo que se va a traducir en un gran aumento del velamen y del número de mástiles, hubo barcos hasta de 6 mástiles con aparejos de goleta. De ahí nacen, de esos mercados, las carreras del Té a la China, de la Lana a Australia, del salitre a Chile, la del Tasajo (carne ahumada, salada y deshidratada) desde Argentina y Uruguay, la Fiebre del Oro en California. Velero Andalucía

Metal por Madera

Para conseguir un mayor arqueo y un casco resistente, acorde con los esfuerzos de largas travesías por los océanos, al límite de la resistencia de los aparejos, fue necesario emplear el acero en la construcción de los cascos para las nuevas embarcaciones.

Velero “Ville de Mulhouse”

Este velero nace a la mar el 27 de Abril de 1899, en las gradas de El Havre en los astilleros Forges et Cantiers de la Mediterranée, siendo su madrina de bautizo la Mademoiselle Inés Riverat, hija del primer Presidente de la Compagnie des Voiliers Havrais, empresa propietaria de la nave. Con las siguientes características: velero de cuatro palos, casco de acero y mástiles, vergas y jarcias del mismo metal, medía 99,90 mts. de eslora máxima, 89.10 mts. de eslora entre perpendiculares, 13.81 mts. de manga y 7.48 mts. de puntal, capaces de contener 3.800 toneladas gruesas y 5.328 toneladas de desplazamiento. Concebido especialmente para el transporte de Níquel desde Nueva Caledonia. Velero Andalucía

Su vida marina

Navegó los siete mares, preferentemente en la carrera del Níquel, también con travesías de trigo a California, de carbón a cualquier puerto que indicara la Rosa de los Vientos, también transportando salitre chileno desde Iquique, diferenciándose de los demás veleros de la compañía que eran “Ville de Havre”, “Ville de Belfort”, “Ville d´ Orleans” y “Ville de Dijon”, ésta última reposa en el fondo de la Bahía de Papudo (Chile) donde naufragó el 21 de Julio de 1913 a causa de un temporal cuando traía carbón para Ferrocarriles del Estado.

La “Ville de Mulhouse” es vendida

El año 1909 el velero es vendido a la Societé Génerale d´Armement de la ciudad de Nantes y fue destinada a la navegación general. La Primera Guerra Mundial, que marcó el fin de muchos veleros. La respetó, como ya lo había hecho la mar. Pero la post guerra la arrinconó en el gran cementerio de veleros en el Canal de la Martiniére, como toda la flota nantesa de altura. De ahí solo se salía al desguase.

Cambio de destino del Velero “Ville Mulhouse”, Punta Arenas

El destino, lo trajo hasta Chile, a la austral Punta Arenas. Los directivos de la Sociedad Anónima Ganadera y Comercial Menéndez Behety acordaron la adquisición de un velero para convertir su casco en Pontón carbonero. Habían tenido una fructífera experiencia con otra nave similar, la abandonada “Andrina”, a la que aparejaron por completo durante la guerra, y le pusieron el nombre de “Alejandrina”, la destinaron a la navegación de alta mar. Luego la desarbolaron y la convirtieron en bodega flotante para lana de ovejas. Velero Andalucía

 La adquisición del Velero

Representantes de la empresa Menéndez Behety viajaron hasta Nantes, Francia, llegando al Canal Marteniere para elegir la compra de una embarcación, había para elegir. Dos docenas de barcas, bricbarcas y fragatas, la flor y nata de la flota velera francesa. Sus armadores no encontraban rentable seguir operando grandes veleros después de la guerra, y no solo repusieron los perdidos durante los conflictos bélicos, sino que reemplazaron los sobrevivientes por barcos a vapor. De los 27 grandes veleros de alto bordo que llegaron allí entre los años 1921 y 1925, veintitrés fueron al desguase y solo cuatro fueron vendidos a otros armadores. Entre estos estaba el “Ville de Mulhouse”, cuyas grandes dimensiones, sólida estructura con casco de acero y amplias bodegas, atrajeron la atención de los compradores magallánicos; la adquisición se realizó a fines de 1926 o los primeros meses de 1927. Puesto en franquicia, después de seis años de para, dejó Nantes a remolque el 28 de Junio de 1927 con destino a Cardiff. En el puerto inglés embarcó una partida de carbón y luego dio la vela en derechura a Punta Arenas, con tripulación alemana y al mando del Capitán Kachler, de la misma nacionalidad. El 24 de Febrero de 1928 la “Ville de Mulhouse” largó anclas en el puerto de Punta Arenas, después de haber sido tomada a remolque en la boca oriental del Estrecho de Magallanes, por algunos de los vapores de la casa Menéndes Behety.

Velero “Andalucía”

El velero “Ville de Mulhouse”, ingresa al listado de la Marina Mercante Nacional con el nombre de “Andalucía”, clase Pontón, señal distintiva C.B.A.P. Comenzaba así su vida pasiva, alejado de las grandes y largas travesías por los siete mares que navegó como un león de los mares, fuerte y poderoso, llenándose de leyendas y avatares marineros. Desarbolada de masterelillos y vergas altas, la “Andalucía”, prestó largos y útiles servicios como chata carbonera. En 1940 Menéndez Behety integró a la “Andalucía”, junto con su flota regional a la filial Punta Arenas de la Compañía Chilena de Navegación Interoceánica. Es en estos días de la Segunda Guerra Mundial cuando la chata vuelve a navegar, esta vez, a remolque aprovechando el alza de fletes, llevando carbón de la zona a puertos argentinos.

La “Andalucía” es vendida

Años después fue vendida a la Armada de Chile, pero su nombre ibérico no fue eclipsado por el anodino de “Pontón N° 2” con que figuró en los inventarios navales. El petróleo desplazó al carbón como combustible y dejó a la chata sin utilidad práctica. Su pequeña dotación de marineros se alejó y hasta los sancionados, pues la Armada también la utilizó como buque de castigo; cumplen ahora en tierra sus arrestos.

El letargo de la “Andalucía”

Abandonada y todo a principios de los años 70, la nave conserva el garbo de antaño. Decir que está abandonada no es rigurosamente exacto. La tripulan, además de los recuerdos, cientos de aves marinas que han hecho de ella su nido, sepultando las tablas de la cubierta principal con una capa de guano húmedo y resbaladizo. Hacia lo alto, las enormes vergas de trinquete, mayor proel y popel conservan todavía los marchapiés que ya nadie volverá a usar. Burdas y obenques sujetan aún palos y mueren en cofas y crucetas desfondadas. Solo queda la silueta de ese gran velero de sueños y navegaciones corpulentas, llenas de golpes de mar y brisas salinas. Velero Andalucía

Enloquecido vendaval

En Septiembre de 1973, producto de un fuerte vendaval, la “Andalucía” cortó amarras y se fue a la deriva, varando muy cerca de la playa en la costa de Tierra del Fuego a 14 kilómetros de Porvenir. Allí  se encuentra hasta la actualidad recostada hacia su banda de babor en la playa, desmembrándose paulatinamente por las sales del mar y el óxido que la está haciendo desaparecer de a poco, devolviendo hacia las penumbras del tiempo su estampa férrea.

Declarada Monumento Nacional

La “Andalucía” es declarada Monumento Nacional bajo el Decreto Supremo del Ministerio de Educación el día 7 de Enero de 1974.

Aspiraciones

Varias organizaciones puntanerenses propendieron rescatar, mantener este valioso velero para el Patrimonio Marítimo nacional para convertirla en un museo marítimo, o atracción turística, sucumbiendo en el intento, tanto por las faltas de fondos, la desidia y/o las buenas voluntades que mueren en el empeño de hacerlo efectivo con este tipo de proyectos.

El sueño de Salvador Reyes Figueroa

La silueta del gran velero en las aguas australes, testigo de la activa vida náutica que dieron vida a los sueños inperennes del Hermano de la Costa de Chile, poeta, escritor, narrador y ganador del Premio Nacional de Literatura del año 1967. Con sus sueños plagados de historia y navegaciones marineras del Andalucía. Salvador Reyes – “invocando un buen número de razones de tradición en historia, va mucho más lejos, pretendiendo remolcarlo para adornar la poza de Talcahuano. Pero el Andalucía no se irá, aquí quedará y algún día lo veremos orgulloso luciendo su arboladura en la sólida cuna de las arenas de Tres Puentes y acogiendo en su seno a todos aquellos que quieran empaparse de mar, leyenda, viajes imaginarios, etc.”. Extracto de artículo publicado en Boletín del Club de Deportes Náuticos de Punta Arenas, N° 5 de Diciembre de 1968.

Roberto “Sea Horse” Monardes Fierro

Historiador Autodidacta

Oficial Lugarteniente, Nao Quintero

Hermandad de la Costa de Chile.

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Bibliografía:

  • https://revistamarina.cl
  • “Andalucía, chata carbonera” de Ariel Sandoval Hernández.
  • “Faros”, de Francisco Orrego Bauza.

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